“No quiero que por mi sientas indiferencia, es vulgar“. La frase la tomo prestada de la banda Mama, uno de los grupos favoritos de Julia Martinez, jefa de estilismo de la revista Telva. Elegante, única y por encima de todo una gran amiga y una persona de verdad.
En su vida profesional no hay nada fortuito. Desde pequeña le encantaba dibujar los vestidos de sus muñecas Holly Hobbie y coser. Su madre fue quien le abrió los ojos al mundo de la moda y cada temporada llegaban puntualmente a casa los “figurines “de Telva. Sus estilismos con el uniforme del colegio, sus gafas negras, su gabardina y sus medias con zapatos de charol de punta cuadrada nunca dejaban indiferente a nadie.
[Julia Martínez, por Pablo Álvarez González]
Buena estudiante, llegó a Madrid con dieciocho años y allí trabajó como modelo. De nuevo Telva se cruzó en su camino y consiguió ser portada de su revista favorita… sus sueños no habían hecho mas que empezar. Descubrió el mundo del estilismo y su trabajo se convirtió también en una de sus grandes pasiones. Enamorada del petit-point, logró que sus cojines llenos de flores, insectos y dibujos geométricos aparecieran en la portada de la revista A.D.
Julia opina que las mujeres más elegantes son aquellas que son coherentes con ellas mismas y que esa armonía es lo que las hace únicas. Reivindica los derechos de la mujer trabajadora a ser tratada como una reina. Ha conseguido convertir su casa de Madrid en un hogar, tal y como le enseño su abuela y su madre… un hogar extra-femenino, como es ella, inundado de flores y de luz. Para Julia no es necesario hablar de sentimientos, se sientan o no. Está llena de optimismo y una fortaleza ante la vida que ha heredado de su padre. Es capaz de adaptarse y salir fortalecida de cualquier situación.
También es directa y fiel como nadie a sus amigos y a sus enemigos.
Su vida profesional trascurre entre horas de pupitre, aeropuertos y desfiles internacionales. Eso no le impide mantener un contacto diario a través del chat con sus amigas de la infancia.
Todos los veranos vuelve a Galicia, donde año tras año encuentra ¨el sitio de su recreo¨. Allí desconecta rodeada de amigos y sobre todo de su familia. Cada mañana madruga para dar paseos por la playa, lee en la huerta rodeada de árboles frutales y visita su queridísimo molino. Como la energía no se pierde, solo se trasforma, María y Jaime han heredado de su madre el sentido del humor, el romanticismo, el estilo y esa pasión por la vida que solo Julia logra transmitir a su alrededor.
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Camino es una farmacéutica ferrolana exiliada en Australia. Es amiga íntima de Julia Martínez.