Y me siento fenomenal. Hace solo unos días del anuncio de que mi Boutique va a cerrar. Y me apetece hablar de ello. Contar lo feliz que me ha hecho este proyecto, lo mucho que he puesto en este sueño; y contar también lo difícil que ha sido a veces, lo cuesta arriba de los últimos meses. Y normalizarlo. Visibilizarlo. Salir del armario del miedo al fracaso en los ojos ajenos. Del terror al pensar en el qué dirán los que íntimamente piensan que emprender en algo es como ser funcionario, algo ya para toda la vida. Y salgo del armario para dejar de pensar en los demás, y enfrentarme a mi misma. Porque cuando uno se Enfrenta, se Fortalece. Cuando intentas simplemente pasar página rápidamente, sin armar mucho escándalo para que no te miren demasiado, puede que cicatrices en falso y eso, queridos lectores, no es bueno. Los cambios no se afrontan siempre del mismo modo, me diréis, y cada persona y cada catarsis es un mundo. Pues mi catarsis es ésta, ocurre al contarlo. Al escribirlo y volcarlo. Y con Chopin sonando de fondo.
No hace falta entrar en florituras varias ni en detalles rocambolescos. Las frases inspiradoras, los mensajes de ánimo, las proclamas emprendedoras y maravillosas que nos inundan estos tiempos de coaching están muy bien. Pues aquí va el resultado de leer tantas y tantas y tantas frases inspiradoras: señores, la Boutique Balbina Arias cierra sus puertas. Se cierra porque no puede ser. Porque hay que hacer espacio para otras cosas. Así de sencillo.
Cuando estás preparado, lo sabes. Otra cosa es que quieras aceptarlo o no. Lo vemos venir, lo vemos acercarse, pero a veces somos tan… eso, que negamos la evidencia y en ocasiones, cerramos tan fuerte los ojos que te acabamos dándonos un trompazo con la farola que tenemos delante. Aplíquese a cualquier campo vital, a cualquier armario de la vida. Pero cuando uno ‘is ready’, lo sabe. Todo es cuestión de echar a andar un pie delante del otro, así de fácil.
Te tiras toda una vida huyendo de las tendencias para cuando las sigues darte cuenta de dónde está tu sitio. Y no, no está en la calle, a pie de calle. Está arriba. Donde se crea, donde se cree. Con los que crean. Con los que creen. Sin desmerecer a nadie. Pero ojo, sin dejar que nadie me desmerezca y sobre todo mereciéndome a mi misma. Si este es el camino que elegiste, a por él. Sin miedo y con la cabeza bien alta. Eso es salir del armario también. Salir del armario es ser honesto contigo y al mirarte, reconocerte.
Pues ya estoy fuera. Y atención, que sigo pisando fuerte.
Ole, ole y ole!
Tiene usted toda mi admiración, esa es la actitud de una triunfadora que plagará de éxitos esta nueva etapa que viene.
De verdaddd!! Te diría lo siento, pero por tu ánimo en palabras deduzco que para un cambio a mejor. Eso sí no nos dejes sin tus creaciones que son monísiiiiimas! Besos valiente