Lisboa está repleta de sitios mágicos, rincones maravillosos donde perderse y dejarse llevar por una gastronomía variadísima, producto del espíritu viajero del alma portuguesa y por ende, de las maravillas que han traído de sus numerosas colonias.
Uno de estos mágicos sitios es un restaurante llamado Ponto Final. No se encuentra exactamente en Lisboa, sino en Almada, al otro lado del río. Vecino de otro famoso restaurante, A tirate ao Rio.
Cuando hace buen tiempo, es decir, en primavera y verano, es un placer acercarse poco antes de la puesta de sol, para contemplarla desde una de las mesas que colocan en el espigón, justo al borde del río, y contemplar una de las más bellas vistas de Lisboa.
La vista no es menos hermosa cuando el frío comienza a hacer su aparición, pero no es aconsejable sentarse más de 5 minutos en una de estas mesas, so pena de agarrarse una neumonía o similar.
Dentro, bien arropados, inmersos en una decoración a medias entre lo rural y lo marinero, hay que hacer honor al país, y pedir alguno de sus maravillosos pescados, pataniscas (pasteles de bacalao) o arroces, que los bordan.
En cuanto a vinos, muy recomendable el Duas Quintas, D.O. Douro. Personalmente, me vuelven loca los de Herdade do Esporao, una región próxima a Cáceres con unos vinos de una calidad excelente, pero el menú pedía a gritos un buen blanco. Y se lo dimos.
Al salir, el aire húmedo y salobre del Tejo nos despejará un poco los vapores del vino. Muy de agradecer si se desea continuar la visita a la ciudad, con una parada en, por ejemplo, el Alcántara Café.
//////////////
PONTO FINAL
Cais do Ginjal 72, Cacilhas, Lisboa, Portugal
Formas de llegar: en coche, desde Almada, aparcando lo más próximo posible al elevador que nos baja hasta los cais (almacenes junto al río). En barco, cogiendo un ferry desde Lisboa a Almada, y caminando junto a los almacenes del río hasta llegar a los dos únicos lugares con luz de la zona. Sólo hay pescadores de noche, pero al no haber iluminación, y ser una zona degradada y abandonada, puede ser un tanto peligroso si no miras bien dónde pisas. Infinitamente más recomendable bajar por el ascensor, ya que se llega directamente a los dos restaurantes.
/////////////
VALORACIÓN