Basta una hora con un par de buenos amigos, y, POR FIN, en un bar, para darnos cuenta de cuán pegados al aparatito estamos.
Siempre surge en la conversación la diferencia entre las redes sociales y la realidad, sobre cómo siempre ha sido el bar la verdadera red social, y de cómo lo hemos ido perdiendo, ya que para muchos es más gratificante una conversación de Twitter, Facebook o hasta Tinder, que salir a la calle a ver a alguien.
Es curioso comprobar como algunos no le tenemos ningún miedo a la desvirtualización, ya que somos (o al menos eso creemos), tal y como nos mostramos en las redes sociales. Pero hay muchos que ponen mil y una excusas peregrinas para no «hacerse carne». Ya sea porque su físico les agobia o, peor aún, porque el personaje que se han construido en las redes no tiene nada que ver con la realidad.
Hace algunos años, no más de una década, no existía esto. Solo te relacionabas con alguien o en persona o si tenías su número de teléfono, ya fuera fijo o móvil, pero no tenías «amigos virtuales», esos a los que le cuentas todas tus penas, quizá porque nos resulta más fácil abrirnos a alguien que no nos conoce (ni nos va a conocer), que al que tenemos al lado.
A los que hemos sido animales muy sociales -un eufemismo para indicar que hemos alternado mucho- nos pasaba algo parecido a la avalancha de amigos que supuestamente tenemos ahora en FB. Podías llegar a conocer en una sola noche 20 o 30 personas. De esas, quizá, con suerte, 1 o 2 merecían la pena para guardarlos como amigos.
Ahora con las redes sociales pasa algo similar, pero sobredimensionado. Nadie tiene 800 amigos reales (ni 1000 ni 5000), pero de esos 800, es posible que de 100 o 200 sepas quiénes son, y de ese grupo, al menos 50 se relacionen contigo en la vida real, incluso más.
Es bonito -y hasta necesario- desvirtualizar a alguien con quien tienes una afinidad en las redes, con quien mantienes conversaciones, a veces discusiones por puntos de vista diametralmente opuestos, pero a quien deseas traer a la AUTÉNTICA RED SOCIAL: que es LA VIDA, LAS CALLES, LAS CARAS, LAS MANOS, LOS ABRAZOS.
Algunos de mis amigos REALES lo han sido antes de manera VIRTUAL.
En internet es muy fácil ser quien tú quieras, pero ¿quién eres en el mundo real? Es más, ¿sabes quién eres y no te importa que te conozcan en persona? Pues bienvenido al mundo de los sensatos. Sal de la app y vente al bar a tomar una caña, anda…