«Quizás esta nueva casa no sea como la anterior», resuena una de las canciones del segundo disco de Bravo Fisher! mientras vuelvo con mi caja llena de material comprado en el Tiger que hay en la esquina de la oficina. He traído algunas nuevas fotos, mensajes, entradas y unos cuántos folios con ideas en diferentes colores.
Tenemos nueva oficina, aunque es la misma Jefa y los mismos compañeros. Ahora nos encontramos con un lugar más amplio, luminoso y con una zona adecuada para el descanso. Han pasado exactamente dos años desde que nos dijéramos «Ciao» y, como escribí entonces, en realidad esto ha sido un «Hasta pronto».
¿Por qué es necesario este regreso? Pasamos de todas las tendencias como tales yendo por libre en este camino de la era digital que se está convirtiendo, a pasos agigantados, en el medio más importante por encima de las ediciones, e informaciones, de los medios tradicionales.
«El futuro no es de nadie», decían Dorian. Aunque no sea de nadie si que será en el medio digital donde vamos a encontrarlo. No sólo eso, debido a la mal llamada democratización de la información hemos pasado de no conocer a tener un exceso de la misma. En ese exceso encontramos algunas revistas que parecen haber perdido el rumbo en artículos que no tienen sentido alguno ¡Necesitamos un nuevo punto de vista!
Ahí es donde entra Antonia y la variedad de sus redactores, colaboradores y firmas invitadas. Un punto de vista personal, libre y a «My way» que cantaba Frank Sinatra, y más adelante Los Piratas lo versionaban.
Pienso traer a este lugar eventos, conciertos, nuevos grupos, clásicos pero también voy a meter un poco el dedo en el ojo, en la llaga y en aquellos lugares donde se va a molestar. Voy a escribir sobre algunas asuntos musicales que me repatean y alabaré los que me apasionan. El bien y el mal. El ying y el yang.
Como cantaba Guille Mostaza en He vuelto de Ellos: «He vuelto, no estaba muerto»