Catfish, mentiras en la red

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Hay un fenómeno que me tiene absolutamente fascinada. Ya os advertí que me asombro con facilidad, y esto es algo que me tiene que no duermo, y creo que debería de estudiarse en las universidades al igual que se hace con Belén Esteban o Amancio Ortega.

Todas, o casi todas, nosotras (las solteras) hemos tonteado en alguna ocasión con el mundo del ligoteo web. Si no lo habéis hecho porque tenéis pareja os lo recomendaría igualmente, podéis llevaros sorpresas.

Recuerdo una vez que me pareció ver al novio de una conocida que estaba embarazada. Rápidamente le envié un mensaje (hay que confirmar estas cosas siempre) donde le decía que los peluches de estas fotos no eran adecuados para su bebé. Me contestó con todo su morro y con bastante celeridad, no os vayáis a pensar, y me dijo que era una broma de sus compañeros de trabajo que lo apuntaron para hacerle la gracia. A todo esto le comenté (a título informativo, por supuesto) que la página te indica desde cuando estás en ella, y que la broma debía de ser la más larga de la historia porque empezó al poco del embarazo de su mujer y todavía no había acabado (un mes antes de parir). Después me lo encontré en otra página de éstas. “Menudos bromistas sus amigos”, pensé.

O sea, que solteras o no, daros una vuelta que nunca está de más. Que con estos supermercados de tetas están todos que se creen que siempre habrá otra mejor que la que tienen ahora. Demasiada oferta virtual desde mi punto de vista. Aunque luego les den gato por liebre (que los filtros hacen mucho, y las app de ediciones de fotos más) ellos la sensación de que hay muchísimo mercado ya la tienen.

Pues en estas que estaba yo buscando el amor (que nunca pongas que no quieres pareja porque entonces los que te entran lo hacen como dragones de Komodo), y me topé con un perfil de estos raros hasta decir basta. Una sensación de que no sabes bien donde está el muerto pero que huele a podrido que alucinas. Y claro, ahí que me fui de cabeza.

Antes siempre decía que toda mujer a lo largo de su vida sentimental se encuentra a: un impotente, un maltratador y un micropene. Pues ahora añadiría que también a un fake.

Os cuento algo de mi historia y ya dejo que os cachondeéis hasta decir basta.

Al principio era un chico súper majo y tenía un algo que lo hacía interesante. Algo como que te deja los mensajes sin contestar como súper ocupado, se hace el misterioso con su profesión pero te deja ver que es muy buena, no tiene redes sociales, no te achucha para quedar pero parece que se muera de ganas, te presta toda la atención del mundo, etc. Todo muy bonito hasta que van pasando las semanas, el tufo es cada vez más intenso y te detienes a analizarlo bien. Lo que yo aprendí:

Si te presta atención todo el día es porque probablemente no tiene nada más que hacer que estar delante del ordenador jugando al World of Warcraft y comiendo ganchitos que le dejan la cara llena de granos. Los granos también pueden deberse a determinada actividad que se realiza en la intimidad y frente a la pantalla mirando fotos de incautas como tú.

Si te deja los mensajes por contestar es porque en ese momento entra su madre en la habitación y le echa bronca porque no lleva los calcetines sucios a la lavadora. Le recuerda que tiene que hacerse la cama y que no debe de comer Lays en la habitación, que además de los granos le deja todo lleno de migas, que luego eso quien lo recoge no es él. Así que ya puede ir soltando la maquinita y ordenando a la de ya.

Si no te achucha para quedar es porque (y aquí tenemos dos opciones): tiene 55 años (y vive con su madre) o tiene 115 años (y vive en un geriátrico). Igual de posibles las dos. También puede ser el doble de Chewbacca o del Jabba, pero en cualquier caso te debates entre estos dos personajes, ten claro que Han Solo no tiene perfil en Tinder.

O directamente, y ésta es la opción que más me sorprende y que yo estoy estudiando a fondo, no tiene el menor interés en nada que no sea hablar, marearte y hacerse el importante. Durante horas, días, meses e incluso años, tal cual. Resulta que tienes un novio whatsapp, y no sabes quien narices es.

¿Alguien me lo puede explicar? No lo comprendo.

Excusas tipo “no puedo quedar porque estoy en New York todo el mes” “soy una persona conocida y tengo que velar por mi intimidad” y cosas por el estilo. Porque oye, ya puestos a inventar, yo me invento que molo mogollón. Una vez quedé con un anticuario que resultó ser un dependiente en el Cash Converter. Ahí lo dejo.

Qué piensas “Y esto ¿pa qué?” pues no lo sé. Pero se ve que hay gente que se dedica a esto. Vidas falsas profesionales. Los Sims de carne y hueso.

Me fascina y me engancha. Porque pienso “qué tipo de individuo hace algo así? ¿por qué? ¿en qué momento los hombres han dejado de querer tener contacto físico? ¿Es el fin de la raza humana y de las relaciones tal y como las conocemos? ¿quién narices es este tío?

Entonces pienso (un poco más si cabe) en que estamos perdiendo la capacidad de interaccionar, de relacionarnos de una forma sana y real y que está muy bien esto de ligar por internet y todo el rollo pero que nos exponemos a que nos estafen. Al menos cuando me despertaba en una habitación desconocida un domingo siempre podía mirar de reojillo y enterarme de con quien estaba “hablando”. Ahora lo mismo estoy chateando con el cura que me bautizó y yo tan tranquila. Y es que esto del sexting, cuánto daño ha hecho amigas.