Como bien habréis imaginado, se acerca el momento que lleváis esperando desde un principio. Espero no haber decepcionado a nadie por no haber comenzado directamente con los detalles escabrosos. Prefería que me conociérais un poquito, que supiérais de mi propio puño y letra quién soy, todo lo que aconteció en mi vida las semanas previas al terrible hecho que le dio la vuelta a mi vida, como bien sabéis, y que me convirtió en el centro de atención de cada periódico, de cada programa de televisión y de cada telediario. Se han dicho de mí muchas mentiras, muchísimas, y por eso he escrito esta novela
Soy lo Peor
Soy Lo Peor – CAPÍTULO 9
Abro los ojos, me siento aturdida, el zumbido en los oídos, la vista nublada, cierta desorientación. Ante mí, paredes blancas. Una puerta cerrada. Sombras a mi alrededor. Y las sombras se tornan personas, algunas sonrientes, otras como si estuviesen en un funeral. En mi funeral. Una chica de pelo rojizo y ondulado, con un cabestrillo en el brazo, se acerca a mí. Habla pero no la oigo. Tampoco oigo lo que dicen los demás.
Soy Lo Peor – CAPÍTULO 8
La maraña plateada de relámpagos, bordada en el cielo nocturno y carente de estrellas, fue el faro de guía hacia la salida. No me molesté en mirar al rostro del asesino, así de un brazo a Elisa Tortorici, y tiré de ella. Un trueno hizo temblar el firmamento y que la luz se desvaneciera, dejando de nuevo a ciegas la oficina. Palpé la puerta hasta dar con el pomo, no muy lejos de nosotras, Erebus agitaba la vara de hierro, confiando en exceso en su suerte. La abrí y salimos al pasillo, desorientadas pero decididas a salvar nuestras vidas.
Soy Lo Peor – CAPÍTULO 7
El afamado psiquiatra estaba desconsolado, su mascota había huído en un descuido. Había dejado la puerta abierta y había corrido calle abajo, abandonando a aquel que la alimentaba, a aquel que la educaba, la acariciaba cuando merecía un refuerzo positivo y castigaba cuando se portaba mal. Miró por la ventanilla, en algún lugar, bajo la infinita masa de nubes, estaba su mascota, perdida, sin rumbo, quizás queriendo regresar a casa sin saber muy bien el camino de vuelta. La azafata le preguntó si quería algo de beber.
Soy Lo Peor – CAPITULO 6
Todas tenéis una Elisa Tortorici en el trabajo. Sí, aunque no lo sepas tú también la tienes. Es esa que da la impresión de que acaba de llegar de la peluquería aunque sean las siete y media de la mañana. Esa que a las tres de la tarde sigue oliendo a lavanda. Es la única a la que todo el mundo sonríe, es la que habla con la limpiadora de la tercera planta como si se conocieran de toda la vida. Es esa que parece buena persona pero que no lo es. Porque tú y yo sabemos que no lo es.
Soy Lo Peor – CAPÍTULO 5
Me abracé a su cálido cuerpo, acurrucándome como una gata en la curva de su espalda. Los primeros rayos de sol entraban por la ventana y me alentaban a abrir los ojos, pero yo no quería, quería permanecer un rato más en aquel estado de placer infinito. Él murmulló algo que no comprendí desde su sueño; apreté un poco más mi abrazo, para hacerle sentir que desde el mundo real yo lo cuidaba y aliviaba sus pesadillas.
Soy Lo Peor – CAPÍTULO 4
Cuando tenía siete años, hicieron una exposición de máscaras de carnaval en mi colegio. Cada una de las alumnas habíamos hecho una usando papel de periódico, cola y témperas. Las más originales habían espolvoreado purpurina sobre las suyas, otras habían añadido plumas de pájaros exóticos, trozos de espejo o cuentas de colores. Tenían narices rectas y facciones amables porque las modelos habían sido las madres, siempre dispuestas a colaborar en ese tipo de eventos.
Soy Lo Peor – CAPÍTULO 3
¿Recordáis que me fui de España huyendo de mi aburrida y mediocre vida? Porque estaba ya harta de ser la fea de la oficina, la novia del socio honorífico de «Salvemos la chinchilla» y sobre todo, de ser la mala de la historia, la que no era capaz de sentir compasión ni por los rumanos ni por la pija de la ex-novia de Arturo, que supuestamente tenía cáncer.
Soy Lo Peor – CAPÍTULO 2
Voy a recapitular un poquito por si alguien se ha perdido. Esta es la historia de mi vida, bueno, no de toda mi vida porque he comenzado a contar a partir de que las cosas se pusieron interesantes. Antes de eso, yo tan sólo era una fea con cara de caballo y un novio que se empeñaba con que lo nombraran sustituto de la madre Teresa de Calcuta.
Soy Lo Peor – CAPÍTULO 1
SOY LO PEOR Seamos francos desde el principio. No soy una barbie, ni una ejecutiva agresiva ni soy políticamente correcta. No soy una chica de hoy en día. Tampoco es que sea una desgraciada ni una víctima ni que vaya de vivo-sin-vivir en mí. Mi peso no me preocupa más de lo necesario, no soy […]