Vamos de nuevo. Segundas partes

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Antonia ha vuelto, y creo que estamos todos muy felices por ello. Los retornos son algo maravilloso, nos llenan de nuevas energías, expectativa, ganas de mejorar la etapa anterior.

Pero no todos los retornos tienen buena fama, de hecho, en el cine suelen ser muy criticados. No siempre amados y muchas veces odiados con fervor. Me refiero a las famosas secuelas, o segundas partes de películas.

Empecemos por el nombre: secuela. Es una palabra asociada a las consecuencias, por supuesto malas, de las enfermedades. Eso definiría a las segundas partes directamente como malas.

SCREAM_2_2Como bien dicen en la secuencia en la que se discute sobre las segundas partes en, justamente, Scream 2: son, por definición, películas inferiores. En esa secuencia Pacey de Dawson Crece (sí, siempre serás Pacey, no me importa cuantas temporadas de Fringe hagas) defiende las secuelas, mientras que Buffy (sí, siempre serás Buffy) las critica.

Las dos posturas son válidas, y aunque la enorme mayoría de las segundas partes son, para mi gusto, peores que las primeras, hay algunas segundas partes que defiendo a muerte.

Primero voy a descartar de la discusión las segundas, terceras, cuartas e infinito punto rojo, como decía en mi niñez, entregas de películas tipo franquicia, como Spiderman, Superman, Arma Letal, Viernes 13, Saw, y otras por el estilo. Por lo general son continuaciones oportunistas, que repiten fórmula y están centradas solamente en hacer dinero. Prefiero no hablar tampoco de las que ya son simplemente cansinas, no por malas, pero por omnipresentes, como El Señor de los Anillos o Harry Potter.

torrenteAquí debería incluir a la gran saga española Torrente. Aclaro que la primera Torrente hasta me hizo gracia, la segunda me pareció insoportable, las tercera y cuartas ni me molesté en verlas. Por lo menos, la voy a defender diciendo, que hay una película española que le hace el aguante a otras sagas insufribles que encima vienen de afuera, como mi odiada Crepúsculo.

Tampoco creo que deberían entrar en el juego películas que en realidad forman parte de una totalidad. No me parece, por ejemplo, que Kill Bill Vol. 2 sea una segunda parte en la forma que lo son las otras, simplemente Tarantino contó la historia entera en dos películas por razones de tiempo. Aunque es cierto que las dos partes tienen diferencias formales y narrativas, no dejan de ser dos partes de una historia entera.

foto_11855Otro ejemplo es Blanc, la segunda película de los Tres Colores de Krzysztof Kieslowski. Creo que Bleu, Blanc y Rouge son tres historias diferentes, pero que forman una unidad como obra cinematográfica.

Dicho esto, sí voy a defender algunas segundas partes que me parecen válidas y hasta mejores que las primeras.

En el mundo superhéroes, si bien los que nombré antes me resultan unos pesados, me encanta Batman. De las que dirigió Tim Burton, debo admitir que me gusta más Batman Vuelve que la primera. Creo que es realmente en la segunda parte en la que Burton se desquita en cuanto a desplegar todo su mundo de cuento de hadas dark. Además el Pingüino es un personaje fabuloso.

Por otro lado, de las Batman de Christopher Nolan, también me gusta más El Caballero Oscuro que Batman Begins. Una vez más, veo al director más a sus anchas, y los malos son geniales.

elimperiocontraataca2También, sin entrar en detalles, me gusta más Bourne Supermacy que Bourne Identity, y El Imperio Contraataca me parece mejor película que La Guerra de las Galaxias. Pero bueno, como dicen por ahí, para gustos los colores.

Me gustaría un párrafo para defenestrar a tres segundas partes de películas que simplemente nunca debieron haberse hecho.

Detesto con todo mi ser a la particularmente estúpida Clerks II. Si bien la primera tenía su gracia y marcó un punto importante en lo que es el cine realmente independiente, la segunda es un despropósito. Kevin Smith: muchas veces eres gracioso, pero otras tienes un mal gusto de muchísimo cuidado, sí, me refiero a la parte del burro.

Otra que no me gusta nada, por grandilocuente, barroca, operística e insoportable a grandes rasgos es Hannibal. Supongo que será porque El Silencio de los Corderos me parece una película estupenda, y porque Anthony Hopkins, aunque es un gran actor, cuando lo dejan se pasa tres pueblos.

Pero si hay una segunda parte que me indigna especialmente, esa es S. Darko, la infame secuela de Donnie Darko. Es increíble que todo el clima, la profundidad y la poesía de una primera parte se transformen en manos de otro director y guionista en un asqueroso chicle de plátano. Sabe mal, empalaga, se le va el sabor rápido y cuando intentas hacer una pompa te explota en la cara y te deja todo pegajoso y asqueado.

fotograma_atardecer¿Qué pasa? ¿No había dicho que iba a defender las segundas partes? Pues me he guardado para el final mi segunda parte favorita y, para mi gusto una de las pocas películas románticas que no nos toman de idiotas. Me refiero a Antes del atardecer, de Richard Linklater. En la primera parte, Antes del amanecer, los protagonistas tienen veintipico, se conocen y simplemente hablan de todo mientras caminan por Viena, como dicen ellos mismos en una secuencia “todas las parejas han hablado de esto en algún momento”. En la segunda parte, se reencuentran con treinta años, y nuevamente hablan y caminan por París y hablan. No hay más, pero propongo a los que no han tenido el placer de compartir parte de sus vidas con Jesse y Celine, que las vean una tras otra y disfruten.

En definitiva, no siempre las segundas partes son malas. Muchas veces son maravillosas oportunidades de reencontrarnos con viejos amigos en la pantalla, de volver a vivir la aventura de meternos en sus vidas, y encontrar nuevas facetas y puntos de vista que nos estimulen. Porque conocer a alguien por primera vez puede ser una experiencia que nos cambie la vida, pero volver a encontrarnos nos da la posibilidad de transformar esa experiencia en algo renovado, que nos haga decir vamos de nuevo.