La BBC

Hay un viejo chiste entre la gente que se dedica al mundo audiovisual: decir que trabajas para la BBC y aclarar «bodas, bautizos y comuniones». Esto evidentemente hace referencia a que tienes un trabajo del que no te enorgulleces. Es increíble como estos eventos sacan lo mejor y lo peor de la gente. En especial las bodas.

Por supuesto hay muchas películas sobre bodas. No ya con bodas, que hay incontables, pero que estén construidas en torno a ellas ya son muchísimas. Que sólo tengan la palabra «boda» en su título, hay más de doscientas. De más está decir que la mayoría son horribles comedias americanas auto indulgentes, en las que las mujeres quedamos como locas y los hombres como tontos.

Sin embargo voy a rescatar dos películas americanas que tienen la palabra «boda» en el título, en las que todo gira en torno a una boda, y en las que no se subestima a los personajes, y por lo tanto tampoco al espectador. De hecho, las dos son películas excelentes y que tienen mucho en común.

La primera es La boda de Rachel, de Jonathan Demme. Una película que no tuvo el éxito que se merecía. La historia es bastante simple, Kym sale de rehabilitación para asistir a la boda de Rachel, su hermana.

La boda de Rachel-899482216-large

Toda la historia transcurre en el fin de semana de la boda, con los preparativos, con la familia y amigos. Pero lo interesante es que no es la típica familia americana de las películas. Además de cargar con una tragedia que los marca a todos, los personajes no son nada convencionales.

No solamente la desequilibrada e impredecible Kym, también Rachel que intenta tener todo controlado mientras sufre por el protagonismo que sabe que perderá a manos de su hermana. El padre, que pone su optimismo como máscara, la madre con su frialdad y rabia contenidas. Kieran, el amigo del novio con quien se lia Kym a los dos segundos de conocerlo, otro adicto que intenta salir adelante con su especial sentido del humor. Sumado a esto, una larga lista de invitados, cada uno con sus peculiaridades.

Esto es en gran parte gracias al guión de Jenny Lumet, la hija de Sydney Lumet, pero también debe mucho a la dirección de Jonathan Demme, que deja de lado la prefección hollywoodense y se mete más en su faceta de documentalista.

La película está rodada al estilo del Dogma, cámara que sigue a los personajes, música ausente a no ser la que se toca en escena, actores no profesionales para muchos papeles secundarios, iluminación naturalista. La estructura es un poco inesperada, las secuencias son raras, a veces parecen más largas de lo normal. Con esto no quiero decir que sea aburrida, todo lo contrario, es una película muy divertida, pero nada predecible. En especial la secuencia de la cena de ensayo (algo sumamente ridículo que por lo visto es obligación hacer, según las películas americanas), en la que los personajes comienzan a brindar, cada uno con su discurso. Es tan real que logra transmitir toda la incomodidad que sienten los personajes en carne propia. Cuando Kym se pone de pie y comienza su discurso diciendo: «Soy Shiva la destructora, vuestro heraldo de la muerte esta noche», bueno, sabemos que no va a terminar bien.

Anne Hathaway estuvo nominada al Oscar por su papel de Kym, y aunque está genial, sale demasiado guapa. Tuvo que cortarse todo el pelo y llorar mucho en otra peli para que se lo dieran.

La segunda película es Margot y la boda, de Noah Baumbach. Casualmente, en esta historia también hay una hermana, Margot, que va a pasar el fin de semana a la casa de Pauline, que se casa.

margotylaboda01

Tampoco es una familia convencional. Margot es una escritora intelectual, snob, con su hijo adolescente, su amante, su ex marido, pero sobre todo con sus ideas según ella totalmente acertadas sobre la vida. No está nada a favor de la boda de su hermana con un tipo al que considera inferior a ella.

El futuro esposo, Malcolm, Jack Black, que por supuesto está estupendo, es un músico frustrado, celoso de todos los que tienen éxito incluido Bono. Es infantil y ridículo, pero ama a Pauline.

margotylaboda02

Pauline, la maravillosa Jennifer Jason Leigh, también ama a Malcolm, quien la hace reír, a pesar de sus innumerables defectos, y carga con un complejo de inferioridad con respecto a su aparentemente exitosa hermana.

Pero la que peor está es Margot, genial Nicole Kidman, insufrible y a la vez rozando el patetismo. Impagable la secuencia en la que se sube a un árbol altísimo y se le mete un bicho en el oído.

Un aplauso aparte también para Zane Pais, el actor que hace de Claude el hijo de Margot. No puedo entender como esta es su única película.

Por supuesto, el gran mérito de todo esto es de Noah Baumbach, un guionista y director talentoso y especial. Todas sus películas son divertidas, conmovedoras, humanas y únicas.

Una vez más, cuando hay una historia buena, con actores talentosos, con cineastas que se atreven a salir un poco de los caminos ya recorridos demasiadas veces, hasta dan ganas de ver una película que tenga la tan temida palabra «boda» en su título.

por Inés González

PD: Ya que hablé de la BBC, si me tengo que quedar con una comunión de cine elijo la de El sur, de Víctor Erice. Y para un bautizo, el de Ed Wood, de Tim Burton. En esas ceremonias no me hubiera importado estar.