Volver

Volveeeer…. Con la frente marchita. Las nieves del tiempo platearon mi sien….

Y TANTO!!

Hasta pesada me puse en mas de una ocasión con La Jefa para que volviera Antonia.

Y ella: «Espeeeeera Paca, que las cosas de palacio van despacio”. Y llega el día en que la esperada vuelta se torna realidad y zas, BLANCAZO. Más de un mes ha pasado y aquí estoy aún explicando por qué me hace tanta ilusión el «retonno». Hasta vergüenza me da, pero bien sabe ella que nunca fui la más rápida de la clase, aunque sí la más visceral. Todo no puede ser, Antonia…

Y es que han más de pasado dos años y muchas cosas. Entre ellas un negocio, toneladas de  responsabilidades e infinitas menos juergas -a veces provocadas por esta nueva situación y a veces porque parece que ya toca sentar la cabeza y el hígado- pero el caso es que si hay menos juergas hay menos historias que contar.

La 13 Catorce se ha hecho mayor, o mejor dicho, ha madurado. Ya no suelta bilis de los hombres y de casi nada en general. La moda se la suda más allá de ir de compras y arreglarse religiosamente todos los días para ir a trabajar. Ahora tiene una vida cara al público y también esto complica el aireo sistemático de sus sucias sábanas, que por otra parte, están más limpias que nunca. Como lo oís…

-¿Y de qué escribo yo ahora que no me tiro a todo lo que se me pone por delante y que, si lo hago, no me apetece  escribirlo a los cuatro  vientos?.- pensé yo.

Pues no sé. Lo iré viendo. De la primavera; de las modas de hoy en día que no se si son yonkies o clientes (a menudo son ambos); de que ayer me sorprendí diciendo a una joven amiga: “Yo de jovenzuela llevaba pendientes de esos”;  de lo feliz que soy haciendo punto de cruz viendo pasar a la gente por el balcón; de lo bien que se come aquí o allá; de conciertos; de lo jodidamente dura que es la vida más allá del sexo, las drogas y el rock & roll. Y seguramente en algún momento no me podré contener y os contaré algo realmente jugoso como que me caso con Viggo Mortensen, o que estoy embarazada y no se de quien. Carnaza,eeeeeh… que es lo que os gusta, cabrones!

Antonia ha vuelto y yo soy feliz de poder volver a contaros mi vida, mientras enriquecéis vuestras mentes con fantásticos artículos ajenos al borreguismo reinante. Antonia ha vuelto y todo es un poquito menos gris. Porque el mundo no necesita otra revista de tendencias pero necesita a Antonia.